La inflación es uno de los temas económicos mas familiares y fáciles de definir para cualquiera que ha experimentado una disminución en el poder adquisitivo de su dinero. En pocas palabras, la inflación es un aumento general con el tiempo en los precios de bienes y servicios.
La inflación puede ser causada por muchos factores, pero los dos tipos principales de inflación son la inflación debida a la demanda, y la inflación impulsada por los costos.
La inflación debida a la demanda por lo general ocurre en tiempos de una expansión económica. Durante éstos períodos de crecimiento y aumentos en los ingresos, la demanda por el consumidor de productos y servicios excede el suministro, lo cual ocasiona aumentos en los precios. Esto también ha sido una causa común de inflación durante épocas de guerra, en donde las materias primas y recursos humanos son requeridos por un esfuerzo militar, resultando en una baja en el suministro para la población general.
La inflación impulsada por los costos ocurre cuando los costos de producción aumentan. Esto se puede deber a una escasez en la materia prima necesaria para producir los productos que la gente necesita. Por ejemplo, en tiempos de sequía o cuando ocurren desastres naturales, no hay suficiente cosecha y se crea una falta de productos alimenticios; la consecuencia es que el precio de los alimentos en tiendas y restaurantes aumenta. La inflación impulsada por los costos también ocasiona aumentos salariales que no se reflejan en aumentos en la productividad laboral, y el resultado es un aumento en los costos de producción.
Para entender como medimos la inflación, veamos dos factores: el Indice de Precios al Consumidor, y la “canasta de mercado” de bienes y servicios.
El Indice de Precios al Consumidor es un número que mide el cambio en el precio que un consumidor promedio paga por una canasta de mercado predefinida de bienes y servicios. La canasta de mercado representa los bienes y servicios que una familia Americana promedio compra y contiene aproximadamente 80,000 artículos divididos en más de 200 categorías. Cada dos años la Oficina de Estadística Laboral (BLS por sus siglas en inglés) de los EEUU hace una encuesta llamada Encuesta de Gastos del Consumidor. La información generada se usa para definir qué artículos incluir en la canasta de mercado de bienes y servicios. Por medio de entrevistas y notas diarias, aproximadamente 7,000 personas que participan a lo largo y ancho del país registran información sobre sus gastos y sus ingresos. Como el Indice de Precios al Consumidor grafica el cambio en precios sobre un amplio rango de productos que representan las compras de una familia Americana promedio, es la mejor medida de inflación que se tiene.
Durante los 70’s, el gobierno federal incluyó un ajuste al costo de vida (COLA por sus siglas en inglés) en el programa de seguro social, para que los jubilados que viven con ingresos fijos pudieran mantenerse a la par con la inflación. Otras medidas, tales como contratos sindicales, programas gubernamentales y algunas pensiones corporativas también ofrecen beneficios similares. Quizá la mejor forma de protegerse contra la pérdida de poder adquisitivo es a través de inversiones en bienes cuyo valor se espera subir con un ritmo igual o mayor que la inflación.
Este artículo proporciona información general y no debe considerarse como asesoría legal, fiscal o financiera. Lo más conveniente es consultar con un asesor fiscal o financiero para obtener información específica acerca de la manera en que las leyes tributarias aplican para usted y para su situación financiera en particular.